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martes, 13 de junio de 2017

MARIE LAURENCIN - EL LADO FEMENINO DEL CUBISMO Y SU ENFOQUE PARA LA ABSTRACCIÓN

​"La subjetividad que caracterizó a la obra de Marie Laurencin se debió en gran parte a la preocupación de la artista por su propia fisonomía, que explotó repetidamente a través de la pintura"


Autorretrato, 1908


Marie Laurencin (París, 31 de octubre de 1883 - 8 de junio de 1956) fue una pintora y grabadora.

Expuso por primera vez en 1907 en el Salón de los Independientes. Ese mismo año, Picasso la presentó a Guillaume Apollinaire, con el que mantendría una relación tan apasionada como tumultuosa que duraría hasta 1912.



Les jeunes filles


Apollinaire y sus amigas, 1909


"Las horas pasan lentamente
Como el desfile de un entierro
Llorarás la hora en que lloras
Que huirá también rápidamente
Como pasan todas las horas ..."


(Guillaume Apollinaire)




Picasso, 1908


En 1914 se casó con el barón Otto von Wätjen, al que había conocido el año anterior. Después de la declaración de la Primera Guerra Mundial, la pareja se exilió en España, primero en Madrid y después en Barcelona. Asociada con Sonia y Robert Delaunay gracias a un encuentro organizado por Francis Picabia, Marie Laurencin compuso varios poemas para revistas artísticas durante 1917. 



Las dos españolas, 1915

Guillaume Apollinaire, Pablo Picasso, Marie Laurencin y Fernande Olivier (abajo a la derecha), pintados por Laurencin.

La Danse à la campagne, 1913


En 1920 volvió a París después de divorciarse de Otto von Wätjen y comenzó a trabajar en la ilustracion de libros de autores como Paul Morand, René Crevel, Paul Verlaine y André Gide, para quien ilustró una edición de lujo de Alicia en el País de las Maravillas y La tentative Diaghilev. 









Les jeunes femmes, 1911

Las dos amigas 1913-1914

Les trois graces, 1926

Autorretrato con gato, 1912

La poetisa Marguerite Gillot, 1.912.

Femme à l'éventail, 1912


Su estilo pictórico comprende un empleo particular de colores fluidos y suaves, una creciente simplificación de la composición, una predilección por ciertas formas femeninas alargadas y graciosas que le permiten ocupar un lugar privilegiado en el París mundano de los años 1920.

Su estilo artístico, aunque se vinculó al Círculo Vanguardista del "Bateau-Lavoir", fue más refinado. Recibió la influencia de los cubistas Pablo Picasso y Georges Braque; aunque desarrolló un enfoque único para la abstracción.


Le baiser, 1927
Jeune Fille à la Guirlande de Fleurs, 1935

Mujer con turbante, 1941


Convertida en retratista oficial del mundo del estilismo femenino desde 1920, Marie Laurencin ejerció además como decoradora para el ballet Las ciervas (1924), de Francis Poulenc, y también para las compañías de la Opéra-Comique, La Comédie Française y los ballets de Roland Petit en el Teatro de los Campos Elíseos.






*.- Fragmento de un artículo de Francisco Umbral dedicado a ella - publicado en EL CULTURAL el 31/10/2002


"Marie Laurencin se pasó la vida mirando y pintando mujeres, amando ninfas que querían ser ella y se burlaban un poco de ella .."


La ninfa en la sombra, con risa y sarcasmo, la ninfa que sólo viste unas rayas para adentrarse en la noche, la ninfa que despierta la melancolía y la curiosidad de la mujer adulta, la mujer de gran flequillo triste y escote triangular en mitad del pecho, con un lazo en un hombro, la mujer de nariz grácil y boca dibujada que es como el sello de su personalidad, como el beso congelado en la cara, vivo pero sin destino. 

La mujer adulta está hecha de transparencias y la esbeltez picuda de sus pies asciende, reconocible, hacia unos muslos densos, dormidos, a punto de abrirse en un ramo de flores. La ninfa ríe burlona y diablesa noche adentro, pero mira a la gran dama, a la elegante dama que sólo tiene, para acompañarse y consolarse, su caballo también femenino, no yegua pero femenino, y que de alguna manera participa en el juego de las dos o de los tres. Caballo de orejas breves y picudas, femeninas orejas de gato, caballo de una borrosidad cálida y una boca pequeña, infantil, bajo la esbeltez de su nariz y sus ojos pequeños y dibujados, también femeninos, que miran la escena de la ninfa, la dama y el caballo..."


Trois jeunes femmes-1953



*.- Entrada que hice en 2015 y que actualizo hoy.



lunes, 12 de junio de 2017

WILLIAM MORRIS - ARTE Y SOCIALISMO - AGITADOR SOCIAL QUE ANHELABA LA CONSTANTE ASPIRACIÓN A LA BELLEZA


"Además del deseo de producir cosas hermosas, la pasión rectora de mi vida ha sido y sigue siendo el odio hacia la civilización moderna". (William Morris)

Esta frase lapidaria, es la que nos saluda nada más coger este libro de William Morris (1934-1896). En él, el lector encontrará tres conferencias de este peculiar inglés: "Cómo vivimos y cómo podríamos vivir", "Trabajo útil o esfuerzo inútil" y "El arte bajo la plutocracia". 

William Morris, hijo inequívoco y rebelde de la revolución industrial, es un caso privilegiado. Nacido en 1834 y muerto en 1896, su vida transcurrió paralela al victorianismo que convirtió a Inglaterra en la fábrica del mundo y consagró la hipocresía como sustento moral de la sociedad.


En el siglo XIX, en Inglaterra, se levantaban cientos de fábricas que anunciaban la entrada a un nuevo mundo lleno de máquinas y humo, y donde muchos oficios quedarían desposeídos de su cometido de crear arte popular, belleza y satisfacción. De esto habló durante gran parte de su vida William Morris. Este renacentista se reveló ante el paisaje que veía que estaba construyendo el nuevo capitalismo industrial y denunció la vulgaridad que suponía la producción en masa y el imperio del diseño estandarizado.


Diseño textil de William Morris


El esteta y agitador social hablaba de la constante aspiración a la belleza, la realización personal a través del trabajo, la justicia social y la plenitud de la vida. 

El sistema de producción capitalista, como predijo, no ha prestado la más mínima atención a estos valores. Por eso el pensamiento de Morris tiene hoy la misma vigencia que el día que lo expresó en sus conferencias y lo escribió en sus ensayos hace casi dos siglos. Su aspiración a un trabajo que ennoblezca la vida humana en vez de empobrecerla y esclavizarla es, también, absolutamente actual.







Releyendo el libro he encontrado el siguiente texto que, a pesar de que tiene más de 100 años, me parece de lo más vigente:



".. Y de nuevo la palabra arte me lleva a plantearme mi última exigencia, y es que el ambiente material que nos rodee sea agradable, generoso y bello; sé que es una exigencia ambiciosa, pero les diré que, si no puede ser satisfecha, si toda comunidad civilizada no puede proporcionar ese ambiente a todos sus miembros, no quiero que el mundo prosiga; la existencia del hombre habrá sido mera miseria. No creo que, bajo las actuales circunstancias, sea posible hablar con demasiada vehemencia sobre este asunto. Pero estoy seguro de que llegará el día en que la gente encuentre difícil de creer que una comunidad rica como la nuestra y con tal dominio sobre la naturaleza exterior, haya podido someterse a una vida tan mezquina, andrajosa y sucia como la nuestra.

Y, de una vez por todas, no hay nada en nuestras circunstancias, salvo la persecución del beneficio, que nos arrastre a ello. Es el beneficio el que amontona a los hombres en enormes e imposibles aglomeraciones llamadas ciudades, por ejemplo; es el beneficio el que allí los hacina en barrios cerrados, sin jardines ni espacios abiertos; es el beneficio el que no toma la más mínima precaución contra la inmersión de distritos enteros en nubes de humos sulfurosos, que transforman hermosos ríos en inmundas cloacas; el que condena a vivir a todos, salvo a los ricos, apretujados en viviendas estúpidamente reducidas en el mejor de los casos, porque en el peor, no hay ni siquiera palabras para designar tal ruindad.

Me parece casi increíble que podamos soportar tan crasa estupidez; pero sé que no lo haríamos si pudiéramos remediarlo. No la soportaremos cuando los obreros se quiten de la cabeza que son un mero apéndice del proceso de creación de beneficios, que cuanto más beneficios se obtengan, mayores empleos y salarios más altos tendrán y que, por lo tanto, toda la inmundicia increíble, el desorden y la degradación de la civilización moderna son signos de su prosperidad; lejos de ello, son los signos de su esclavitud. 

Cuando hayan dejado de ser esclavos exigirán, como lo más natural del mundo, que cada hombre y que cada familia sea alojada con holgura; que cada niño pueda jugar en un jardín cercano a la casa de sus padres; que las casas, por su evidente decencia y orden, puedan ser ornamentos de la naturaleza y no desfiguraciones de ella, porque es casi seguro que la decencia y el orden mencionados, cuando lleguen a ser habituales, llevarán con casi toda certeza a la belleza en la construcción. 

Todo esto supondría, por supuesto, que las gentes –es decir, la sociedad en su conjunto- debidamente organizadas, en posesión plena de los medios de producción, no como propiedad individual, sino empleados por todos según lo exija la ocasión; y no sólo en esos términos es posible; en cualesquiera otros la gente será arrastrada a acumular riquezas privadas para sí misma, y la consecuencia será una vez más el derroche de los bienes de la comunidad y la perpetuación de la división de clases, lo que significa guerra y despilfarro continuos.." 


(William Morris. fragmento del libro Cómo vivimos y cómo podríamos vivir)




William Morris, escritor, poeta y artesano inglés, reformador social, diseñador y artista inglés que a través de su obra literaria, teórica y artística intentó la renovación de la cultura recuperando el espíritu de las artes y oficios medievales. Como diseñador y artesano, su obra ejercería gran influencia en el diseño de libros, en el arte de la impresión, en las artes visuales y en el diseño industrial del siglo XIX. Su ideario social, de signo utopista, quedó recogido en escritos teóricos y en novelas como "Noticias de ninguna parte". Fue un destacado activista del movimiento Arts and Crafts y simpatizante del prerrafaelismo.

Estuvo casado con Jane Morris (Jane Burden), musa de casi todos los cuadros de su amigo y pintor Dante Rossetti, musa de los prerrafaelitas.

En 1885 fundó la Liga Socialista y dirigió un diario de la misma, The Commonweal; pero, poco a poco, se convenció de que su buena fe era incompatible con la vida política. Abandonó entonces la Liga, apoyándola, sin embargo, románticamente hasta su muerte. De estos años son sus trabajos de tema social: dos novelas (una de ellas utópica, Noticias de ninguna parte) y los Chants for Socialists, que son una historia del socialismo.
El autor de estos tres libros fue un hombre que se caracterizó por una fuerza germinadora y generadora que es inevitable no admirar: poeta, articulista, ensayista, conferenciante, activista político, pintor y pionero en el diseño de tejidos. 

Facetas todas ellas, que en distintos niveles trabajaban al servicio de un mismo ideal: enfrentarse a la revolución industrial, reaccionar contra lo que ella estaba generando. Y es que Morris la acusa de haber convertido todo trabajo, toda producción, en un ejercicio que aniquila al individuo: de él sólo se espera que cubra su función en el engranaje de la fábrica, que repita siempre los mismos movimientos, que destierre toda creatividad. El resultado es una maquinización de la carne y del espíritu, un embrutecimiento que sólo es explicable desde los beneficios que aquel que no trabaja recoge.


Retratos, muebles, libros, carteles, textiles, joyas y poemas

Poema:

El amor es suficiente: 
aunque el mundo disminuya, y los bosques no tengan voces salvo la voz de la pena,
aunque el cielo sea demasiado negro para que los débiles ojos perciban el rubor dorado de las flores creciendo debajo,
aunque las colinas sean pilares de sombras, y el mar una maravilla oscura, y ese día dibuje un velo sobre todos los hechos pasados,
sus manos no harán temblar, sus pies no harán vacilar; el vacío no agotará ni el miedo alterará estos labios y estos ojos de amante y amado.


William Morris 



La bella Isolda (1858), mejor conocida como La reina Ginebra, es la única pintura al óleo conservada de William Morris


Diseños textiles





Alfombra de Lana Diseño William Morris

Tipografía de William Morris. Morris funda Kelmscott Press en 1891 donde produce trabajos originales así como reimpresiones de los clásicos, siendo su obra más conocida The Chaucer.


Walter El Dorado decide escapar de una vida de frustraciones y llega a una lejana y extraña tierra habitada por seres enigmáticos, enanos, doncellas, hombres, osos... al frente de una pequeña expedición de robinsones. Una genuina historia fantástica.





Manifiesto de la Socialist League (1885)


Morris comparte con los socialistas su idea de que la clase privilegiada, poseedora de los medios de producción, debe desaparecer: "Todos deben trabajar según su capacidad y producir así lo que consumen".

Incluso el autor propone una definición de socialismo, que retomará en numerosas ocasiones:

"Un estado de la sociedad en que no haya ni ricos ni pobres, ni dueños ni esclavos, ni ociosos ni oprimidos, ni intelectuales de mente enferma ni trabajadores de espíritu decaído; en una palabra, en la que todos los hombres vivan en igualdad de condiciones, se ocupen de sus asuntos si desperdiciar nada y con la convicción plena de que dañar a uno significa dañar a todos…, la realización de la palabra comunidad"


Diseño de William Morris (1862)


"El arte que he estado ayudando a crear se hundiría al morir los pocos que realmente nos preocupamos de él, y que una reforma artística basada en el individualismo está llamada a perecer con los individuos que la hayan iniciado".

domingo, 4 de junio de 2017

SONIA DELAUNAY - LOS COLORES DE LA ABSTRACCIÓN

“He tenido tres vidas. Una para Robert, otra para mi hijo y mi nieto, y una más corta para mi. No me arrepiento de no haberme ocupado más de mí misma. No he tenido tiempo de ello".

Sonia Delaunay fue una mujer sin precedentes, volcada en un mundo difícil para el género femenino, destacó en el arte como ninguna otra lo había hecho hasta ese momento.


 Le Bal Bullier, 1913

Figura clave de la vanguardia parisina de principios del siglo XX, Sonia Delaunay (1885-1979) fue una constante experimentadora del color y la forma.

Sonia Delaunay, nacida Sara Élievna Stern, representó un papel fundamental en el desarrollo del simultaneísmo, corriente que supo expresar tanto en la pintura como en el campo del diseño de moda, tejidos y libros, entre otros. 

De origen ucraniano, fue confiada, siendo una niña, a sus tíos maternos de San Petersburgo, de quienes recibió una educación cosmopolita. A través de Max Liebermann, conocido de su tío, tomó contacto con el mundo artístico germano y en 1904 se trasladó a Karlsruhe para comenzar sus estudios de pintura. 


Autoretrato 1908

Dos años más tarde continuaría su formación en París en la Académie La Palette. Durante esta época sus obras reflejaron su admiración por Vincent van Gogh, Paul Gauguin o el fauvismo de Henri Matisse.

Para no abandonar Francia, Sonia contrajo matrimonio de conveniencia con el marchante alemán Wilhelm Uhde, a través del cual conoció a artistas de vanguardia como Pablo Picasso, Georges Braque o el propio Robert Delaunay, con el que se casaría en 1910 tras divorciarse de Uhde.

A partir de entonces, el intercambio artístico entre ambos sería constante. Como él, se sentiría interesada por las teorías del color de Michel-Eugène Chevreul y en 1913 comenzaría su serie no figurativa Contrastes simultáneos.


PRISMAS ELÉCTRICOS



 


 

Contrastes simultáneos

Contrastes simultáneos
Contrastes simultáneos


Ese mismo año colaboró en la ilustración y diseño de la cubierta de La prosa del transiberiano y de la pequeña Jehanne de Francia de Blaise Cendrars



La prosa del Transiberiano, de Blaise Cendrars y Sonia Delaunay



La llegada de la Primera Guerra Mundial les sorprendió en la península Ibérica y durante los años de la contienda vivió en España y Portugal. En 1917, tras el triunfo de la Revolución de Octubre, dejó de recibir las rentas que había percibido hasta entonces y comenzó a comercializar sus creaciones, primero en Madrid, donde abrió una tienda con sus propios diseños de decoración de interiores y de moda, y, posteriormente en París, tras su retorno a la ciudad en 1921. 


Cantaor flamenco, 1915

Bailaora andaluza, 1917

Mural Portugal


En el París de los años veinte tuvo una estrecha relación con los grupos dadaístas y surrealistas y colaboró con ellos en la producción de proyectos teatrales y cinematográficos como Le P’tit Parigot de Le Somptier.







Durante la década de 1930 estuvo en contacto con grupos artísticos que abogaban por la abstracción en el arte como Abstraction-Création o Cercle et Carré y fue uno de los miembros fundadores de Réalités Nouvelles en 1939. 

Tras la muerte de su marido en 1941, Sonia Delaunay continuó trabajando y colaborando en la promoción del arte abstracto. En 1964, como consecuencia de la donación de obras suyas y de Robert, se convirtió en la primera mujer viva a la que se honraba con una exposición en el Musée du Louvre.


Las tres mujeres



Mercado en el Miño, 1915.


DISEÑOS, TEXTILES Y MODA:




Diseño de bañadores











 

Colcha para su hijo

Homenaje a Tristán Tzara






Durante mucho tiempo la figura de Sonia Delaunay estuvo relegada a un segundo plano, quizás porque siempre estuvo a la sombra de su marido y quizás también porque desarrolló un intenso trabajo como diseñadora en el campo de la moda y de la publicidad, lo que la encasilló como tal.

A Robert Delaunay se le había reservado el papel de creador original dejando a Sonia como artífice de las aplicaciones a la moda, la publicidad, etc.

Empezó a pintar tras despertar admiración entre sus amistades con un 'quilt' de estilo ruso con retales de ropa para la cuna de su primer hijo.

De los cuadros de Sonia Delaunay y también de los textiles y objetos que diseñó o intervino, brota un dinamismo vibrante que refleja el frenesí, la alegría y el alto contraste de la vida moderna

No figura casi nunca en las enumeraciones de los creadores clave de la época.

Es una injusticia.

Nunca dejó de pintar, hasta la fecha de su muerte en 1979.
En París, ciudad que consideraba su hogar, fue enterrada junto a su marido, Robert.